¿Cómo lograr defensas fuertes en mi pequeño?
Descubre cómo cuidar a tu hijo contra enfermedades comunes, logrando defensas fuertes en tu pequeño.
Tener niños fuertes es uno de los temas más preocupantes para las mamás. No siempre podrás proteger a tu bebé completamente. Por eso cuenta con sus defensas, que le ayudan a luchar contra los microbios.
El sistema inmunológico es el conjunto de mecanismos que permiten al organismo defenderse de virus, bacterias y otros "agresores" que provocan enfermedades. Está conformado por células, tejidos, órganos y sustancias que actúan de manera conjunta para ofrecer protección al cuerpo.
El Harvard Health Publishing compartió una serie de recomendaciones para que mamás y papás puedan promover un sistema inmunológico fuerte siguiendo sencillos pasos.
Continúa leyendo para saber más cómo fortalecer las defensas de tu pequeño.
La lactancia materna y las defensas del bebé
En los primeros meses de vida, tu bebé cuenta con inmunidad pasiva, esto significa que está siendo protegido por los anticuerpos de su mamá, que se le transmitieron en el útero durante el embarazo, estos lo cuidan contra los parásitos y los virus.
La lactancia materna es muy importante para prolongar estos beneficios. Ya que contribuye con el desarrollo de una flora intestinal rica en bífidos. Con el tiempo, el bebé irá desarrollando su propio sistema inmune el cuál alcanzará la madurez alrededor de los 4 años.
A partir de los 6 meses, comienza la alimentación complementaria, lo cual trae consigo grandes cambios en tu hijo. Introducir nuevos alimentos modifica su flora intestinal, haciéndolo más vulnerable e incluso pueden aparecer trastornos digestivos.
En esta edad el bebé lo toca todo y se lo lleva todo a la boca. Tiene un mayor contacto con el mundo exterior y así descubre que los virus también se comparten. Por esto es importante la lactancia materna para que refuerce su protección.
Fortalecimiento de las defensas del bebé
La leche materna cubre las necesidades nutricionales en los primeros 6 meses. Sin embargo, pasado este tiempo se puede ver comprometido el aporte de algunos micronutrientes.
Aunque te parezca obvio o repetitivo, llevar una alimentación equilibrada es primordial para que tu hijo tenga defensas fuertes y un sistema inmunológico y respiratorio saludable.
Tips que podrías adoptar en tu pequeño para mejores hábitos alimenticios son:
- Ofrece alimentos ricos en nutrientes de calidad como: alimentos ricos en proteína de origen animal, lácteos fermentados, frutas, verduras y cereales integrales y suficiente agua simple. Ten en cuenta que la introducción de alimentos cambia dependiendo de los meses o la etapa que están viviendo.
- A partir del año puedes dar leches hechas especialmente para cada etapa de su desarrollo, adicionadas con vitaminas y minerales, para ayudarle a cubrir sus necesidades nutrimentales día con día.
- Ofrece los alimentos de una forma estructurada y con horarios, debe consumir 3 comidas principales y dos colaciones durante todo el día, a partir del primer año.
- Ofrece los alimentos de una manera positiva y con un enfoque en la comida, sin presionarlo a comer y siempre sentados en la mesa sin el uso de pantallas.
- Recuerda no prohibir ni satanizar alimentos, es mejor irlo educando en que le hace bien a su cuerpo y de vez en cuando ofrecerlos en pequeñas cantidades.
Actividades físicas y descanso para un sistema inmunológico fuerte
Además de una alimentación adecuada, el descanso y el sueño son fundamentales para mejorar las defensas de los niños. Durante el sueño, el cuerpo se recupera y regenera, lo que contribuye a un sistema inmunológico más fuerte.
De acuerdo con la Fundación Americana del Sueño, los niños de 1 a 2 años deben dormir entre 11 y 14 horas totales; y entre 3 y 5 años, de 10 a 13 horas. Para conseguirlo, promueve hábitos saludables como alejarse de las pantallas al menos una hora antes de dormir, y crear rutinas sencillas como: tomar un baño, cenar, cepillarse los dientes y acostarse.
Pueden escuchar audiocuentos, que además de incentivar la imaginación, les ayuda a reforzar los lazos y pasar tiempo de calidad cada noche.
El ejercicio físico es importante para fortalecer las defensas de los niños. La actividad física regular ayuda a mejorar la circulación sanguínea y a estimular la producción de células del sistema inmunológico.
Es recomendable que los niños entre 2 y 5 años realicen alguna actividad al menos una hora diaria, pueden jugar en el parque, correr o construir juntos una zona de obstáculos en casa, usando almohadas y cojines.
Además, el ejercicio contribuye a mantener un peso saludable, lo cual es beneficioso para el sistema inmunológico.
Cuida sus emociones
Aunque no lo creas, aprender a manejar el estrés, la frustración y las emociones en general, puede ayudar a que no bajen las defensas de tu pequeño y, por ende, a que se enferme menos.
Esto se puede lograr promoviendo una adecuada actividad física diaria, el tiempo de calidad en familia, así como enseñando a identificar y expresar sus emociones.
Y lo más importante, enseña hábitos de higiene a tu hijo
Además de estos aspectos, es importante fomentar hábitos de higiene en los niños como enseñarles a lavarse las manos correctamente y con frecuencia, especialmente antes de comer y después de ir al baño, puede ayudar a prevenir la propagación de enfermedades.
También es importante enseñarles a cubrirse la boca y la nariz al estornudar o toser, preferiblemente con el codo flexionado.
Por último, recuerda que siempre es importante consultar con un profesional de la salud para obtener recomendaciones específicas según las necesidades individuales de cada niño.
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