Guía de 40 Semanas de embarazo: prepárate para el nacimiento
Obtén consejos sobre nutrición, preparativos para la llegada del bebé, y la importancia de estar atenta a las señales de trabajo de parto.
Tu bebé está completamente desarrollado y listo para nacer. Pronto tendrás la maravillosa oportunidad de conocerlo cara a cara. ¡Felicitaciones!
Desarrollo del bebé en las 40 semanas de embarazo
A las 40 semanas, tu bebé tiene un tamaño similar al de una calabaza grande. Mide aproximadamente 51 cm y pesa alrededor de 3.4 kg. Todos sus órganos están completamente desarrollados y listos para funcionar de manera independiente fuera del útero.
La piel de tu bebé es ahora suave y de un color rosado saludable. La capa de vérnix caseosa, una sustancia blanca y cremosa que protegía su piel, ha disminuido, aunque puede que todavía haya algunos restos cuando nazca. El lanugo, el vello fino que cubría su cuerpo, también ha desaparecido casi por completo.
El sistema digestivo de tu bebé está preparado para su primera alimentación y sus intestinos contienen meconio, que será su primera evacuación. Sus pulmones están completamente desarrollados y listos para respirar aire por primera vez.
Sus sentidos están lo suficientemente desarrollados para interactuar con el mundo exterior y reconocer sonidos familiares. Sus uñas pueden estar bastante largas y es probable que necesiten ser cortadas poco después del nacimiento.
¿Cuáles son tus síntomas?
A las 40 semanas, es normal que te sientas ansiosa y emocionada por el inminente nacimiento de tu bebé. Tu cuerpo ha estado preparándose para este momento, y es posible que experimentes contracciones más regulares y dolorosas que las contracciones de Braxton Hicks.
Es probable que sientas una presión significativa en la pelvis y dolor en la parte baja de la espalda. Tu abdomen ha crecido considerablemente, y puede que te resulte difícil encontrar una posición cómoda para dormir. Descansar lo más posible y mantenerte hidratada es muy importante en esta etapa final. ¡Puedes hacerlo!
Nutrición
Mantén una dieta equilibrada y rica en nutrientes para asegurarte de que tienes la energía necesaria para el trabajo de parto y la recuperación posterior. Incluye alimentos ricos en fibra para evitar el estreñimiento y asegúrate de beber suficiente agua.
Si tienes antojos de algo dulce, opta por frutas frescas o postres hechos con ingredientes naturales. La moderación es clave, pero no te prives de esos pequeños placeres que pueden hacerte sentir mejor.
Consejos
Asegúrate de tener tu bolsa de hospital preparada, incluye ropa cómoda para ti, ropa para el bebé, y cualquier otro artículo que creas necesario.
Habla con tu médico sobre cualquier duda que puedas tener y asegúrate de conocer las señales de trabajo de parto. Si experimentas contracciones regulares, pérdida de líquido amniótico, o cualquier otro síntoma inusual, contacta a tu profesional de la salud de inmediato.
Disfruta de estos últimos momentos de tu embarazo y prepárate para comenzar una nueva y maravillosa etapa en tu vida como mamá.
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