Beneficios de los HMOs en la leche materna
Los oligosacáridos son uno de los elementos más abundantes en la leche materna y se les conoce como HMOs.
La leche materna está llena de beneficios físicos y emocionales para tu bebé. Al amamantarlo, creas el más hermoso vínculo entre tu hijo y tú y, al mismo tiempo, le aportas nutrientes que lo ayudan a crecer, así como a fortalecer su sistema inmune.
¿Por qué es tan importante la leche materna?
Los oligosacáridos son uno de los elementos más abundantes en la leche materna y se les conoce como HMOs. Los HMOs (por sus siglas en inglés “Human Milk Oligosaccharides”) ayudan a promover el crecimiento de las bacterias amigas del intestino de tu hijo donde se encuentra el 70% de su sistema inmune, evitando el crecimiento de bacterias dañinas y reduciendo el riesgo de infecciones.
Los HMOs hacen que la leche materna sea tan especial
La composición de la leche materna parecía no ser un secreto alrededor de 1940: lactosa (azúcar de la leche), lípidos (grasas de la leche) y proteínas (proteínas) son nutrientes importantes que proporcionan energía. Vitaminas, minerales y oligoelementos proporcionan al bebé todo lo que necesita para un desarrollo saludable.
Hace unos 80 años, cuando se descubrió la estructura de otro grupo de componentes, los HMO, fue una pequeña sensación. Más aún, ya que después de la lactosa y los lípidos, constituyen el tercer componente sólido más grande de la leche materna. Pero eso no es todo: lo especial es que los HMOs solo se encuentran en la leche materna, es decir, no se encuentran en la leche de vaca o cabra.
Pero, ¿qué exactamente son los HMOs?
Los HMOs, también llamados oligosacáridos de la leche humana, son sustancias indigestibles (azúcares) con propiedades especiales que solo se encuentran en la leche materna humana. Hasta ahora, se conocen alrededor de 200 HMOs diferentes y hacen que la leche materna sea especialmente valiosa porque cumplen varias funciones importantes para el desarrollo saludable del bebé.
Es fundamental saber que el intestino de cada persona está poblado por billones de bacterias que, por ejemplo, son responsables de la digestión. Pero también nuestro cuerpo debe lidiar constantemente con bacterias dañinas. Para un intestino saludable, los HMOs entran en juego: apoyan el equilibrio del sistema inmunológico.
Como no se digieren, los HMOs llegan a su lugar de acción, el intestino grueso, sin cambios. Allí fomentan el crecimiento de buenas bacterias intestinales, dejando menos espacio para las bacterias malas. Fortalecen la función de barrera intestinal, es decir, protegen contra la entrada de sustancias potencialmente dañinas del intestino al resto del cuerpo. Se unen a las bacterias intestinales dañinas, de modo que estas, junto con el HMO correspondiente, terminan en el pañal y ya no pueden causar daño.
Una pequeña parte de los HMO incluso llega al torrente sanguíneo y puede ejercer su efecto allí.
¿Se encuentran los HMOs en otras leches?
Existen aproximadamente 200 estructuras diferentes de HMOs, pero solo en la leche materna. La base para la fórmula infantil es la leche de vaca, es decir, la fórmula infantil normalmente no contiene HMO. Recientemente, algunos HMO* pueden ser producidos industrialmente y añadidos a la fórmula. Estos son estructuralmente idénticos a los HMOs presentes en la leche materna, pero no provienen de esta.
¿Cómo puedo saber si una fórmula contiene HMO*?
Las fórmulas contienen HMO si, por ejemplo, encuentras lo siguiente en la lista de ingredientes:
- 2‘-Fucosilactosa (2´FL)
- Difucosilactosa (DFL)
- 3‘-Fucosilactosa (3´FL)
- 6‘-Sialilactosa (6´SL)
- Lacto-N-neotetraosa (LNnT)
- 3´-Sialilactosa (3´SL)
¿Se puede cambiar fácilmente a una fórmula con HMO*?
La lactancia es lo mejor para cada bebé, ya que solo la leche materna contiene todos los nutrientes necesarios en la composición óptima que tu bebé necesita para su desarrollo. Lactosa (azúcar de la leche), lípidos (grasas de la leche), HMO (oligosacáridos de la leche humana) y proteínas son los cuatro componentes que constituyen las mayores proporciones en la leche materna.
Como ya hemos mencionado, lo especial de la leche materna es que contiene más de 200 HMOs diferentes. Si la lactancia no funciona o ya no deseas amamantar y tu bebé ya está tomando biberón, el cambio a una fórmula con HMO* es posible en cualquier momento. Las fórmulas pueden contener hasta cinco HMO* diferentes.
Sin embargo, cualquier cambio de fórmula debe discutirse previamente con el pediatra. Lo mejor es hacer el cambio paso a paso, reemplazando una comida de biberón cada día, para que el sistema digestivo del bebé tenga tiempo de adaptarse.
¿Es la fórmula infantil con HMO* tan buena como la leche materna?
No. Aunque siempre hacemos todo lo posible para acercarnos lo más posible a nuestro gran modelo, la leche materna, para proporcionar a los bebés que no pueden ser amamantados la mejor nutrición posible y un buen comienzo saludable en la vida, la fórmula infantil con HMO* no es comparable a la leche materna. Siempre que sea posible, debes amamantar, ya que la lactancia siempre es lo mejor para tu bebé.
*No obtenidos de la leche materna
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