Mi placer y el suyo
"¿Cómo percibe mi bebé lo que yo percibo?, ¿cómo se enriquecen sus percepciones gracias a mis emociones?, ¿se forma una relación mediante la alimentación, mientras está aún en mi vientre?"
En la misma onda.
A medida que avanza la investigación acerca del sistema nervioso y la biología de las emociones, el papel de tus emociones sobre el desarrollo de tu hijo se hace cada vez más evidente.
Ya se sabe que el bebé, ligado a la circulación sanguínea materna a través de la placenta, recibe los efectos del estrés y las emociones que siente su madre, por medio de moléculas con efectos clínicos conocidas como el cortisol y la adrenalina. Por lo tanto, se te aconseja que, en la medida en que sea posible, trates de evitar todo choque emocional.
También se sabe que entre la madre y el bebé se forman muy tempranamente lazos psico-sensoriales, porque se perciben uno a otro. Tu niño oye tu voz, percibe cada uno de tus movimientos, se acostumbra a tu forma de hablar, de moverte, de tocarlo y, en general, las características de su entorno.
La relación que formarás en el imaginario del bebé, constituye la base de los lazos que se crearán entre ambos, después del nacimiento.
Asimismo, estudios recientes han evidenciado la importancia de las hormonas de las emociones y del placer de la mamá, tales como la serotonina y la dopamina en el desarrollo del bebé.
Exploración del vientre.
Tú ya lo intuyes, el bebé vive sus emociones junto contigo, y su bienestar está ligado a tu placer, a tu forma de vida, pero también a tu alimentación. Desde siempre, y en todas las culturas, la alimentación tiene un valor afectivo muy alto: es una de las bases de la relación madre-hijo porque ejemplifica el cuidado que se le otorga, las emociones compartidas y la transmisión cultural. Tus costumbres y tu cultura se transmiten, entre otras vías, por tu alimentación, y tu bebé se integra a este sistema desde antes del nacimiento.
Cuando comes, las moléculas aromáticas de los alimentos pasan a tu sangre y llegan al bebé a través de la placenta o el líquido amniótico. Desde el 5º mes del embarazo, los órganos del gusto y olfato de tu hijo, estarán listos para funcionar y adquirirán progresivamente capacidades de memorización suficientes como para asociarlas con efectos biológicos.
Mediante el cuidado y el placer que tengas por tu alimentación, tu pequeño logrará sus primeros aprendizajes.
Por lo tanto, además de los motivos nutricionales para el bebé, debes cuidarte, hacer todo lo posible para sentirte bien psicológicamente: sale a pasear, pásalo bien con tus amigos y parientes, permítete gustos al comer, revisa y varía tu alimentación. No dudes en ser creativa al cocinar. El bebé percibirá el placer que sientes.
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