Mi capital óseo y los huesos de mi bebé
¿Cómo preservar mi capital óseo?. ¿Qué es lo que necesita mi bebé para construir sus huesos?.
“Ambos necesitan calcio”.
Durante todo tu embarazo deberás entregar calcio al bebé para contribuir a la formación de sus huesos y dientes. También deberás proveerle vitamina D para que absorba y utilice el calcio, además de proteínas para construir y mantener la matriz ósea.
Si no le entregas suficiente calcio al bebé a través de tu alimentación, éste lo extraerá de tus reservas de calcio, es decir de los huesos, con el riesgo de que sufras una descalcificación. El futuro de tus huesos podría estar en riesgo: se ha demostrado que las mujeres que no han tenido aportes suficientes de calcio desde su adolescencia tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis, especialmente si han estado embarazadas. Los dos pilares para tener huesos fuertes son el calcio y la vitamina D (la cual se recomienda muy especialmente). Si los aportes son insuficientes, tal vez tu médico considere pertinente prescribirlos en forma de suplemento.
Sol, calcio y vitamina D.
El calcio se encuentra en la leche y los productos lácteos, en algunas aguas minerales y en menor cantidad en ciertas frutas y hortalizas.
El aporte nutricional de calcio aconsejado para las mujeres embarazadas, es de 1.000 mg. diarios. Para tener una idea, hay 250 mg. de calcio en un vaso de leche, en 1 yoghurt, o en 1 trozo regular de queso fresco (trozo de 3 cm. de ancho equivalente a 60 g.).
La vitamina D proviene de la alimentación y también se produce esencialmente en tu organismo, mediante la exposición solar. Una recomendación importante: no es necesario pasar horas bajo el sol como una lagartija, durante largas sesiones de bronceado; por lo demás, esto no es recomendable para tu piel durante el embarazo.
Tomar aire y aprovechar la vida al aire libre es más que suficiente. Puedes exponerte al sol tomando ciertas precauciones, porque tu piel está delicada en estos momentos por efecto de las hormonas (progesterona y estrógenos). No hay riesgo para el bebé, pero tu sí corres el riesgo de quedar con pigmentaciones permanentes en la piel, especialmente en la cara; las que se deben a la precipitación de pigmentos de bronceado (melanina) bajo la piel.
Evita exponerte al sol durante las horas en que la radiación ultravioleta es más intensa, entre las 11 y las 16 horas. Si insistes, exponte progresivamente y protégete mediante una crema solar cuyo índice protector sea elevado (más de 30, tal vez 50), que replicarás en tu piel cada dos horas.
Protege tu cara con un sombrero y aplica más crema solar en las partes más delicadas de tu cuerpo: cara, cuello, abdomen y pechos. No dudes en usar un hermoso pareo.
Mediante una nutrición adecuada, los suplementos que puede prescribir tu médico si fuese necesario, más algunas precauciones para aprovechar la vida al aire libre, estarás preparada para contribuir a la construcción del esqueleto de tu bebé sin dañar tus propios huesos o tu piel.
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