Quiero sentirme bien con mi cuerpo
"Mi abdomen engorda, mis caderas crecen, tengo miedo de que mi piel no se adapte"
Estrías: ¡Alto!
Estar embarazada es una aventura maravillosa, tu cuerpo florece. Así es, pero… tú temes que tu piel quede “suelta” después del parto, con mayor razón si tienes algo de sobrepeso o esperas mellizos.
No te asustes. Existen medios para preservar tu capital de belleza tomando precauciones durante todo el embarazo y después del parto. Tu abdomen y tus pechos son las zonas más afectadas. Las estrías son, lamentablemente, una de las mayores injusticias del destino para las embarazadas. Algunas mujeres se untan concienzudamente con cremas durante los nueve meses y de igual forma les aparecen. Otras no tienen ni una sola estría aunque “no hicieron nada”.
Las cremas para prevenir las estrías pueden sin embargo ayudar a mantener la flexibilidad de tu piel y atenuar esas estrías incipientes en el momento en que comienzan a aparecer.
Por lo tanto, cuida tus pechos y tu abdomen masajeándolos todos los días, dos veces, por la mañana y por la noche. Date una ducha fría al final del baño: no es demasiado agradable pero ya verás, tu piel quedará tonificada… Elije un sostén de buena calidad, que mantenga los pechos en su lugar, con tirantes muy anchos.
Las abuelas aconsejaban varios trucos: masajear la piel con regularidad empleando aceite de almendras o aceite de rosa mosqueta. En cuanto a los aceites esenciales, ten cuidado porqué están desaconsejados y hasta contraindicados durante el embarazo y la lactancia. Cuídate también de los aceites que puedan provocar reacciones alérgicas.
¡Come, muévete!
La preservación de la piel incluye asimismo una buena alimentación y un buen estado físico ¿Eres deportista? ¡No importa! Algo de ejercicio suave, algunos movimientos de gimnasia adaptados a tu condición física basados en la respiración abdominal y en el trabajo de los músculos pectorales serán útiles para tu tonificación muscular. Las sesiones de natación son lo mejor para este fin.
Después del parto, la acumulación de tejido adiposo debiera ir disminuyendo. Tu creatividad en la cocina te proporcionará placer: experimenta con la calidad de tu alimentación. Adopta una alimentación equilibrada y variada, que proporcione 5 frutas y verduras cada día, además de proteínas de alta calidad e hidratos de carbono complejos en cantidades suficientes. Tal como lo dicen en la actualidad los mensajes de salud pública evita consumir en exceso alimentos grasos y con alto contenido de azúcar.
Alimentos para la belleza.
Algunos alimentos son amigos de tu piel:
1- Los ácidos grasos omega 3, presentes en los aceites marinos y de canola, en el salmón y otros pescados grasos, mejoran la calidad de la piel. Por ejemplo, una cucharada sopera de aceite de canola contiene tanta cantidad de ácido graso omega 3 como 70 g. de salmón, o 150 g. de atún. Por lo tanto, puedes alternar el aceite de canola con el aceite de nuez en tus ensaladas del mediodía y la noche, y consumir una porción de pescado graso (120/150 g.) dos o tres veces por semana.
2- El adecuado aporte de vitamina A, presente en la mantequilla y huevos así como el de provitamina A o beta-caroteno en verduras como el zapallo, la zanahoria son también importantes. Por el contrario la vitamina A aportada por suplementos puede ser peligrosa para el bebé, porque las dosis pueden ser elevadas.
3- Bebe suficiente agua (1,5 a 2 litros de agua diarios) para mantenerte hidratada.
Llegó el bebé, sigue con tu proyecto.
Después del parto y de haber recuperado la elasticidad y solidez del perineo mediante ejercicios diseñados para este fin, podrás retomar tus sesiones de gimnasia para movilizar las reservas adiposas que se instalaron en tus caderas. La natación es un deporte excelente para retornar al estado físico que tenías antes del parto, porque la presión del agua estimula y refuerzan el trabajo de tus músculos
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